Es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño y corregir la forma péndula de los senos.

• En adolescentes debe contarse con el consentimiento de ambos padres, debe tenerse en cuenta que las mamas pueden volver a crecer, especialmente si hay cambios de peso o no ha finalizado el proceso de desarrollo hormonal. Las cicatrices necesarias para el procedimiento pueden ser mal toleradas por mujeres sin un adecuado desarrollo físico y mental.
  La cirugía está indicada en casos de dolor importante de espalda u hombros relacionados con el volumen mamario. Debe existir evaluación simultánea por otras especialidades, para descartar causas diferentes de dolor. En algunos casos, el mismo puede persistir, a pesar de una reducción satisfactoria del tamaño de las mamas.
  También se recomienda, cuando la autoestima se vé seriamente afectada con el tamaño y forma de las mamas y existe una limitación para la interacción social, deportes y el uso de prendas de vestir.

Con la mayoría de técnicas quirúrgicas disponibles para realizar una mamoplastia de reducción, puede alterarse significativamente, o perderse completamente la capacidad de lactancia luego del procedimiento.

Entre más grandes y caídas estén las mamas, son mayores las posibilidades de perder sensibilidad en areolas y pezones.

Todo el tejido mamario extirpado durante la cirugía debe considerarse como una biopsia. Como tal, debe ser estudiada por un patólogo.

Las cicatrices requeridas siguen los mismos criterios expuestos en la mastopexia o levantamiento de las mamas. Las incisiones varían según el tamaño de la mama antes del procedimiento y el obtenido después de la cirugía. En caso de mamas grandes y péndulas, usualmente se utilizan cicatrices en ancla o T invertida. Siempre se buscan cicatrices del menor tamaño posible. De requerirse la incisión horizontal, está se esconderá en el pliegue mamario. En casos extremos, en los cuales las mamas se encuentran demasiado caídas, puede requerirse el empleo de las areolas y pezones como injertos de espesor total.